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Edificio

Aplicar una solución sostenible para calentar el lugar de trabajo

Objetivos

Indicador del Valor Ecológico

El diseño, los materiales y la construcción de los edificios tienen una gran influencia en la calefacción y la refrigeración de los mismos; en 2015 representaron hasta 3,5 GtCO2 de emisiones procedentes de los edificios. En este contexto, la elección de las inversiones en los edificios y la adopción de algunas buenas prácticas pueden influir en la demanda de energía de los edificios y en las emisiones durante décadas o más. Así, las inversiones en tecnologías de calefacción y refrigeración energéticamente eficientes y bajas en carbono reducirían la demanda final de energía en los edificios en un 25 % respecto a los niveles actuales.
Indicadores de Valor Ecológico: Ahorro de CO2; huella ecológica; intensidad energética; tasas de extracción de agua y estrés hídrico; SPI: Índice de Proceso Sostenible;
EGSS: Rendimiento económico del sector de bienes y servicios medioambientales. Productividad de los recursos + productividad de los materiales

Explicación

En todo el mundo, el calor es responsable de casi la mitad del consumo energético y del 40% de las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía. Dependiendo del lugar, estas cifras tienden a ser una proporción mucho mayor. Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la calefacción de los espacios representa casi el 30% de las emisiones de carbono relacionadas con los edificios. Las proyecciones climáticas indican un aumento de las temperaturas globales que puede provocar la pérdida de puestos de trabajo y de productividad, pero también puede intensificar el fenómeno del "estrés térmico", que se refiere al calor recibido por encima de lo que el cuerpo puede tolerar sin sufrir daños fisiológicos. El efecto combinado del estrés térmico ambiental e interno sobre el organismo puede afectar a la salud y el bienestar humanos. Así, las temperaturas superiores a los 24-26°C se asocian a una reducción de la productividad laboral, y a 33-34°C, un trabajador que opera a una intensidad de trabajo moderada pierde el 50% de su capacidad de trabajo.
Además, el malestar térmico es un riesgo y es un problema para los empleados, por lo que es necesario aplicar controles para gestionar los riesgos, como por ejemplo: vigilar las condiciones térmicas en el lugar de trabajo y adoptar hábitos de trabajo y revisar periódicamente las prácticas actuales. En resumen, el objetivo principal es proporcionar un entorno de trabajo cómodo para los empleados, utilizando un equipo rentable o adoptando medidas eficaces para calentar el lugar de trabajo (o incluso enfriarlo). Por lo tanto, identificar soluciones eficaces, asequibles, viables y sostenibles para mitigar los efectos negativos sobre la salud y la productividad de los trabajadores.

El confort térmico define el estado de ánimo de una persona en términos de si siente demasiado calor o demasiado frío. Los directivos deben tener en cuenta en sus proyectos los posibles efectos de la temperatura en su lugar de trabajo, ya que depende de si está en el interior o en el exterior y de la temperatura normal de funcionamiento de ese entorno. Un comportamiento proactivo forma parte de toda estrategia empresarial, para evitar que los empleados sufran un trastorno de estrés por calor/frío y necesiten ausentarse del trabajo.
Por lo tanto, con el uso de los equipos adecuados y la adopción de soluciones sostenibles, se puede crear y mantener un entorno de trabajo seguro y confortable incluso en las épocas más calurosas.
Por ejemplo, el uso de ventiladores de alto volumen y baja velocidad (HVLS) es una solución viable. Los HVLS mueven el aire, lo que a su vez enfría el ambiente y hace que los empleados se sientan más cómodos. Además, el uso de fuentes renovables a pequeña escala proporciona una fuente de calor en los edificios (para la calefacción, la refrigeración, la cocina y los electrodomésticos) y en los materiales de construcción (por ejemplo, para permitir un mayor confort térmico). Esta práctica está dirigida a la calefacción de espacios, algunas medidas pueden aplicarse también en el caso de la refrigeración del entorno. Además, en condiciones de frío, deben aplicarse otras medidas: reducir la exposición al frío mediante el diseño de procesos que reduzcan la exposición a zonas frías y a productos fríos; reducir las corrientes de aire; proporcionar revestimientos aislantes para el suelo o calzado especial cuando los empleados tengan que permanecer mucho tiempo de pie sobre suelos fríos.

OPORTUNIDADES/RETOS de las acción

Oportunidades: RETOS:

Certificado

Organización Internacional de Normalización:

Enlaces de interés

¿Qué temperatura tiene que haber en el lugar de trabajo?

La temperatura en el trabajo: cómo llevar un mejor control

Ambiente térmico del lugar de trabajo en la Prevención de Riesgos Laborales como condición ambiental

Seguridad y salud en el trabajo: Biblioteca de recursos

Consejos para ahorrar energía en invierno

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